En odontología restauradora, los materiales para una tapadura dental han evolucion significativamente, permitiendo al profesional elegir la mejor opción según las necesidades clínicas y estéticas de cada paciente, estos materiales deben ser resistentes, duraderos y también biocompatibles.

1. Resina compuestas (composite)

Está compuesto por una mezcla de resina plástica y partículas cerámicas. Su principal ventaja es estética, ya que se puede elegir el tono adecuado para que coincida con el color natural del diente, lo que la hace ideal para dientes anteriores o visibles.

Además, se adhiere químicamente al diente, lo que permite una preparación más conservadora. Requiere de una técnica cuidadosa y suele tener una durabilidad buena si se coloca correctamente.

2. Amalgama dental

Es una mezcla de metales, principalmente mercurio, plata, estaño y cobre. Aunque su uso ha disminuido por razones estéticas y preocupaciones, aún puede ser útil en zonas posteriores donde la fuerza masticatoria es mayor.

3. Ionómero de vidrio

Este material libera flúor, lo que puede ayudar a prevenir la formación de nuevas caries. Es menos resistente que la resina compuesta, por lo que se utiliza principalmente en restauraciones pequeñas, temporales o en dientes de leche o en restauraciones cervicales.

4. Cerámica

Las restauraciones cerámicas, como también las hechas de porcelana, son altamente estéticas y resistentes. Suelen emplearse en restauraciones indirectas (incrustaciones) y son realizadas en el laboratorio.

5. Compómeros

Combinan propiedades de los composites y los ionómeros de vidrio. Son una opción intermedia que se usa sobre todo en odontopediatría.

La elección del material dependerá del caso clínico, de la ubicación del diente, de los requisitos estéticos y sobretodo del presupuesto del paciente.